Las practicas que hemos aprendido del budismo nos han cambiado la vida como familia. Hemos visto que a través de la recitación de mantras, como el del Buda de la medicina han sido de enorme beneficio para seres cercanos y para nosotros.
La historia que a continuación contaré, sucedió hace cerca de un año.
Nuestra perrita Momby, llevaba desde el 2018 un proceso cancerígeno que al principio fue paulatino, mis papás y yo la medicábamos para que pudiese sentir mejor y con menos dolor, anhelábamos mucho su recuperación.
Sin embargo sus últimos meses de vida fueron demasiado dolorosos, no podía mantenerse en pie, se cansaba demasiado y su piel se vio invadida por múltiples hematomas.
Nosotros como familia ya no queríamos verla sufrir y a pesar de ello sufrimiento, la eutanasia no era un opción que contempláramos.
Esta decisión, familiar, tiene origen en una elevada enseñanza de la Filosofía Budista tradicional en la que se explica el karma y sus efectos, y de la cual también obtuvimos su conocimiento a través de Venerable Gueshe Sherab.
Mantenemos una comunicación cercana con la comunidad del Centro. Contamos con unos amigos muy especiales, a los que les planteamos nuestra problemática y nos aconsejaron recitar el mantra del Buda de la Medicina y el Sutra del Corazón.
Un día, mientras esparcíamos arena de mándala* en la coronilla de nuestra perrita Momby y recitábamos juntos nuestro tercer mala del Buda de la Medicina, dejó de sufrir, finalmente pudo descansar.
Les comparto este anécdota sobre cómo una de mis perritas pudo terminar con su sufrimiento de manera tranquila y poco convencional. Juntos como familia hemos logrado mantener nuestra práctica y acompañar a otros a través de la misma, con empatía y amor.
Siempre hay grandes soluciones a problemáticas,
otro de mis perros, el Sr Miyagui, un chihuahueño de 16 años de edad en su momento llegó a sentirse enfermo, deprimido, no quería comer ni podía caminar y estábamos preocupados por él. Decidimos comentarle a nuestro maestro Gueshe La, esta situación y él con mucha serenidad y amor, misma que transmite nos, comentó que iba a realizar prácticas y oraciones por nuestro perro.
Poco tiempo después observamos como nuestro pequeño volvía a comer y caminar.
Estamos agradecidos por ese acto de amor y compasión de Gueshe-La, nuestro señor Miyagui sigue con nosotros y seguiremos compartiendo con él hasta donde sea posible. Realmente nos encontramos muy agradecidos por haber llegado al Drepung Loseling México y escuchar las enseñanzas de nuestro maestro, consideramos que nuestra vida familiar ha cambiado en muchos aspectos para bien.
Ricardo Paredes Méndez
*La arena de mandala es un polvo especial de pigmentos y marmol, que la gira de los monjes de las Artes Místicas del Tíbet obsequian en su visita a México, después de crear y deshacer un Mandala.
