El enojo y la irritabilidad son emociones frecuentes como respuesta a la pérdida de control y el sufrimiento. Algunas veces, los sentimientos de tristeza y ansiedad se expresan como enojo. Dañamos y lastimamos a los demás a través de una mente iracunda sin medir las consecuencias a largo plazo.
Desde el punto de vista budista la ira es una de las emociones más antiguas que experimentamos los seres humanos y desde la misma perspectiva, analizarla a través de las técnicas de meditación es una manera contundente de cambiar esta emoción. ¿Por qué? porque la técnica de meditación analiza la emoción sin volver a involucrarse ni juzgarla y con ello podemos encontrar lo que la genera. Una vez que logramos este autoconocimiento, podemos remover las causas de la ira o el enojo a través de cultivar la paciencia, la sabiduría y la compasión.