Vajravidharan en sánscrito o Dorje Namjom en tibetano, significa “el diamante destructor de toda negatividad”. La práctica y ceremonia de este poderoso Buda de la purificación y ablución, facilita la limpieza kármica y energética del cuerpo, la palabra y la mente. Es especialmente beneficiosa para personas que sufren enfermedades, disputas y conflictos, obstáculos en sus prácticas espirituales y daños causados por espíritus o magia negra. La práctica elimina también obstáculos causados por fuentes externas y desequilibrios naturales o influencias negativas astrales, así como las causas de enfermedades y negatividades de origen desconocido.
La ceremonia se lleva a cabo en 4 fases:
1) Limpieza de todas las negatividades y enfermedades mediante una visualización con masa
2) Purificación del cuerpo, la palabra y la mente con un baño de agua consagrada
3) Remoción de obstrucciones y residuos kármicos a través de un barrido con el objeto ritual dönyap y al
expeler el agua bendecida
4) Bendición y protección con el poderoso sello vajra
La práctica de Vajravidharan ayuda a potenciar las facultades autocurativas y la energía positiva de la persona y a purificar el karma negativo que afecta situaciones físicas, mentales, afectivas y laborales. Así mismo, propicia la limpieza de los chakras y las energías sutiles del cuerpo, y ayuda a pacificar la frustración, depresión y ansiedad, y a disipar malos sueños, conflictos y otras condiciones no favorables. Esta ceremonia trae salud, felicidad, larga vida y éxito en la práctica.